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Los helicópteros comienzan a repartir ayuda en Myanmar
YANGÓN (Reuters) - Los helicópteros militares lanzaban el miércoles comida y agua a la gente afectada por el ciclón sobre el delta del Irrawaddy en Myanmar, donde poblaciones enteras fueron arrasadas a causa de las tormentas masivas.
La Junta Militar que gobierna el país dijo que casi 22.500 personas han muerto y 41.000 están desaparecidas a causa del ciclón más devastador de Asia desde 1991, cuando una tormenta mató a 143.000 personas en la vecina Bangladesh.
Un médico en la ciudad de Labutta, en el delta, declaró en una entrevista a una radio australiana que los pobladores le habían contado que miles de personas murieron cuando una serie de olas enormes golpearon contra sus casas. La gente se subió a los árboles en una lucha desesperada por sobrevivir.
"Se trajo a todas las víctimas al pueblo y les pregunté '¿Cuántos de vosotros habéis sobrevivido?' y ellos dijeron unos 200 ó 300", declaró Aye Kyu a la radio Australian Broadcasting Corporation.
"Después les pregunté, '¿Cuánta gente en vuestra zona?'. Dijeron que unos 5.000. Las olas medían 12, 13, 20 pies (entre tres y seis metros) y cuando las casas se cubrían de agua se quedaban en el tejado, pero las casas resultaron destruidas por los fuertes vientos", agregó.
En sólo una ciudad, Bogalay, 10.000 personas murieron, según una lista de víctimas hecha pueblo por pueblo y los daños anunciados por el Gobierno.
Los analistas políticos y los críticos de los 46 años de mandato militar dicen que el ciclón podría tener implicaciones a largo plazo para la Junta, sobre la que existe más temor y resentimiento desde la sangrienta represión de los monjes budistas el pasado septiembre.
La Junta Militar que gobierna el país dijo que casi 22.500 personas han muerto y 41.000 están desaparecidas a causa del ciclón más devastador de Asia desde 1991, cuando una tormenta mató a 143.000 personas en la vecina Bangladesh.
Un médico en la ciudad de Labutta, en el delta, declaró en una entrevista a una radio australiana que los pobladores le habían contado que miles de personas murieron cuando una serie de olas enormes golpearon contra sus casas. La gente se subió a los árboles en una lucha desesperada por sobrevivir.
"Se trajo a todas las víctimas al pueblo y les pregunté '¿Cuántos de vosotros habéis sobrevivido?' y ellos dijeron unos 200 ó 300", declaró Aye Kyu a la radio Australian Broadcasting Corporation.
"Después les pregunté, '¿Cuánta gente en vuestra zona?'. Dijeron que unos 5.000. Las olas medían 12, 13, 20 pies (entre tres y seis metros) y cuando las casas se cubrían de agua se quedaban en el tejado, pero las casas resultaron destruidas por los fuertes vientos", agregó.
En sólo una ciudad, Bogalay, 10.000 personas murieron, según una lista de víctimas hecha pueblo por pueblo y los daños anunciados por el Gobierno.
Los analistas políticos y los críticos de los 46 años de mandato militar dicen que el ciclón podría tener implicaciones a largo plazo para la Junta, sobre la que existe más temor y resentimiento desde la sangrienta represión de los monjes budistas el pasado septiembre.
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